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2022-11-07 15:20:23 By : Ms. Sonia Fan

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Cómo protegerse de la radiación Efectos de la radiación sobre la salud

Cómo calcular su dosis de radiación Más información en inglés

La radiación es energía. Proviene de átomos inestables sometidos a la desintegración radiactiva o puede ser producida por máquinas. La radiación se desplaza desde su fuente en forma de ondas de energía o partículas energizadas. Hay diferentes formas de radiación con propiedades y efectos distintos.

Hay dos tipos de radiación: radiación ionizante y radiación no ionizante.

La radiación ionizante tiene tanta energía que destruye los electrones de los átomos, proceso que se conoce como ionización. La radiación ionizante puede afectar a los átomos en los seres vivos, de manera que presenta un riesgo para la salud al dañar el tejido y el ADN de los genes. La radiación ionizante proviene de máquinas de rayos X, partículas cósmicas del espacio exterior y elementos radiactivos. Los elementos radiactivos emiten radiación ionizante al desintegrarse los átomos radiactivamente.

La radiación no ionizante tiene suficiente energía para desplazar los átomos de una molécula o hacerlos vibrar, pero no es suficiente para eliminar los electrones de los átomos. Ejemplos de este tipo de radiación son las ondas de radio, la luz visible y las microondas.

La energía de la radiación que se muestra en el espectro a continuación aumenta de izquierda a derecha con la intensificación de la frecuencia.

La misión de la EPA en la protección de la radiación es proteger la salud humana y el medio ambiente contra la radiación ionizante que proviene del uso de elementos radiactivos por parte de las personas. Otros organismos regulan la radiación no ionizante emitida por dispositivos eléctricos como los transmisores de radio o los teléfonos celulares (ver: Información en inglés sobre radiación de otros organismos).

Las partículas alfa (α) tienen carga positiva y están compuestas por dos protones y dos neutrones del núcleo del átomo. Las partículas alfa provienen de la desintegración de los elementos radiactivos más pesados, como el uranio, radio y polonio. Si bien las partículas alfa tienen mucha energía, son tan pesadas que agotan su energía en distancias cortas y no se pueden alejar demasiado del átomo.

El efecto sobre la salud de la exposición a las partículas alfa depende en gran medida de la forma de exposición de la persona. Las partículas alfa carecen de la energía para penetrar incluso la capa externa de la piel, de manera que la exposición en el exterior del cuerpo no es motivo de gran preocupación. Sin embargo, en el interior del cuerpo pueden ser muy dañinas. Si los emisores de rayos alfa se inhalan, ingieren o ingresan al cuerpo por medio de un corte, las partículas alfa pueden dañar tejido vivo sensible. La forma en que estas partículas grandes y pesadas causan daños las hace más peligrosas que las de otros tipos de radiación. Las ionizaciones que producen están muy próximas: pueden liberar toda la energía en unas cuantas células. Esto se traduce en daño más grave para las células y el ADN.

Las partículas beta (β) son partículas pequeñas y rápidas con una carga eléctrica negativa que son emitidas desde el núcleo de un átomo durante la desintegración radiactiva. Estas partículas son emitidas por ciertos átomos inestables como el hidrógeno 3 (tritio), el carbono 14 y el estroncio 90.

Las partículas beta son más penetrantes que las alfa, pero menos dañinas para el tejido vivo y el ADN porque las ionizaciones que producen son más espaciadas. Se desplazan a distancias mayores en el aire que las partículas alfa pero pueden ser detenidas por una capa de ropa o una capa delgada de una sustancia como el aluminio. Algunas partículas beta son capaces de penetrar la piel y causar daños como quemaduras de la piel, por ejemplo. Sin embargo, al igual que con los emisores de alfa, los emisores de beta son más peligrosos cuando se inhalan o ingieren.

Los rayos gamma (γ) son paquetes sin peso de energía llamados fotones. A diferencia de las partículas alfa y beta, que tienen energía y masa, los rayos gamma son pura energía. Los rayos gamma son similares a la luz visible pero tienen energía mucho más alta. Los rayos gamma suelen ser emitidos junto con partículas alfa o beta durante la desintegración radiactiva.

Los rayos gamma constituyen un peligro desde el punto de vista de la radiación para todo el cuerpo. Pueden penetrar fácilmente las barreras que detienen a las partículas alfa y beta, como la piel y la vestimenta. Los rayos gamma tienen tanta potencia para la penetración que se necesitarían varias pulgadas de un material denso, como el plomo o incluso unos cuantos pies de cemento, para detenerlos. Los rayos gamma pueden atravesar completamente el cuerpo humano; al pasar pueden provocar ionizaciones que dañan tejidos y el ADN.

Debido a su uso en medicina, casi todos conocen los rayos X. Los rayos X son similares a los rayos gamma en el sentido que son fotones de energía pura. Los rayos X y los rayos gamma tienen las mismas propiedades básicas pero provienen de partes diferentes del átomo. Los rayos X son emitidos por procesos externos al núcleo, pero los rayos gamma se originan en el interior del núcleo. Por lo general, tienen menos energía y, por lo tanto, son menos penetrantes que los rayos gamma. Los rayos X se puede producir naturalmente o por medio de máquinas eléctricas.

A diario, se usan literalmente millares de máquinas de rayos X en medicina. La tomografía computarizada, conocida comúnmente como TC o TAC, usa equipos de rayos X especiales para tomar imágenes detalladas de los huesos y tejidos blancos del cuerpo. Las radiografías médicas son la fuente más extensa de exposición a radiación producida por el hombre. Aprenda más acerca de las fuentes y dosis de radiación (en inglés) Los rayos X se usan también en la industria para inspecciones y controles de procesos. También aprenda cómo calcular su dosis de radiación.