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2022-11-07 16:10:00 By : Mr. Jason Zhong

Un niño con mascarilla y protector facial mira su celular afuera de una escuela en Filipinas. (AP Photo/Aaron Favila)

Su ligero peso y facilidad de uso ha permitido que se establezcan en el mercado como una importante opción para el autocuidado, pero la calidad de estos escudos es clave frente al virus.

En un escenario hipotético de regreso a clases presenciales y al trabajo en lugares cerrados, es probable que un nuevo elemento se sume al uso de mascarillas: las pantallas o protectores faciales.

Desde el Laboratorio Lictex, del Departamento de Ingeniería Química de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Santiago (Usach) señalan que no cualquier pantalla sirve y que es necesario contar con un elemento de barrera certificado y con los elementos mínimos de seguridad para garantizar su efectividad ante las partículas suspendidas en el aire que pueden propagar el Covid-19.

Karina Bravo, bioquímica y doctora en Neurociencias del Laboratorio Lictex asegura que estas protecciones necesitan contar con una certificación que legitime su seguridad, esto, debido a que la Organización Mundial de la Salud mencionó que el agente patógeno pueden transmitirse por vía aérea al “toser, estornudar, hablar o cantar” que siguen siendo infectantes tras permanecer suspendidos en el aire por tiempos prolongados.

Usar solamente pantalla facial protege en un 68% la inhalación de gotas de 3 micrómetros (tamaño de partícula del denominado “aerosol”) que se expelen inmediatamente después de toser y un riesgoso 23% media hora después de ser expelidas, debido a que quedan esas gotas suspendidas en el aire y quedan disponibles para ser inhaladas. “El porcentaje de la protección personal con todos los elementos complementarios, esto es mascarilla, pantalla facial (certificados) y distancia física podría llegar a subir a 80-90%”, afirma Bravo.

El desconocimiento en torno a los estándares que deben cumplir estos elementos permite que abunden protecciones faciales que no cumplirían con los requisitos mínimos para ser seguros para el usuario. Bravo señala que “nos sorprende muchísimo que en TV y otros espacios donde hay contacto cercano entre personas en ambientes cerrados donde es posible que se pueden contagiar se utilicen de forma incompleta, errónea o derechamente no se utilicen estos elementos de protección personal”.

Hemos visto que varias de esas pantallas no cumplen las dimensiones correspondientes, por lo tanto, ni siquiera pueden calificarse de elementos de protección personal, y también se utilizan por fuera de las recomendaciones normativas internacionales, “poniendo en riesgo a contagio a estas personas. De esta manera se contribuye de una forma práctica a la desinformación sobre el correcto uso de mascarillas y pantallas faciales, que son estrictamente complementarias y que deberían estar certificadas para asegurar el buen funcionamiento”, enfatiza Bravo.

El Laboratorio Lictex fue el único autorizado por el Ministerio de Ciencias para certificar la calidad de las pantallas faciales, y mediante el trabajo colaborativo con el Centro de Innovación de Ingeniería, el Departamento de Ingeniería Mecánica con el doctor Francisco Sepúlveda, el Departamento de Ingeniería Química, Facultad Tecnológica y la Facultad de Química y Biología, validará estos protectores faciales basándose en cuatro puntos: dimensiones mínimas para una protección efectiva de la zona de la cara, que la visera sea cerrada, que no intervenga en la visión del usuario y que las zonas aledañas a los ojos también se encuentren resguardadas.

“Esta certificación es la información mínima que toda persona debe exigir al momento de la compra debido a que se asegura que el producto que esa usando confiere la protección que describe”, añade.

Dentro de las características mínimas que deben cumplir estos implementos está que el ancho de la pantalla sea hasta las orejas y de largo hasta la barbilla para evitar la transmisión del virus mediante partículas líquidas que puedan llegar a la boca, cara, nariz y ojos.

La doctora Bravo también explica que el uso de las pantallas es estrictamente complementaria al de las mascarillas.

¿Cómo identificar una pantalla facial correcta? Las pantallas faciales deben cumplir con la norma internacional UNE 168 y mascarillas quirúrgicas deben seguir los lineamientos de la norma UNE 14683, mascarillas sociales (o de elaboración casera) con la Norma UNE 065 o equivalentes.

¿Cómo es posible saber que la pantalla facial es adecuada para una protección efectiva? Bravo establece qué elementos se deben tener en consideración:

1. Fijarse principalmente en que tengan visera y que ésta sea cerrada. Esto quiere decir que entre la piel y la pantalla de plástico de protección no debería haber espacio alguno.

2. La pantalla frontal debe al menos llegar a la barbilla de la cara y extenderse entre las orejas.

3. Que puedan lavarse de forma simple con lavalozas/jabón y agua.

4. También pueden adaptar alguna pantalla que ya tengan para que cumplan con estas especificaciones.

5. Se recomienda también que el uso sea personal.

6. La pantalla “debe tener la norma por la cual certifica en su envoltura”.

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