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2022-11-07 16:11:29 By : Ms. Suki Chen

Cambia tu relación con... Los papeles de la cocina

El divulgador ambiental Miguel Aguado tiene tajo. Está empeñado en que no solo recicle todo el mundo, sino en que se haga de forma correcta. Según un estudio de hábitos de reciclaje de la población española realizado por Catchment para Ecoembes este año, ocho de cada diez ciudadanos dicen que reciclan. “Es un buen dato”, reconoce el socio director de la consultora B Leaf. “Mejor o peor, pero lo hacen”, afirma. Los pasos que quedan por dar ahora son convencer al resto de la población aún recalcitrante y ofrecer las pautas necesarias para que los desechos se tiren en el contenedor que les corresponde. “Depositar los residuos correctamente resulta fundamental para no contaminar otros procesos”, cuenta.

Todos los contenedores son susceptibles de recibir desechos inapropiados. En el caso del azul, muchos errores se producen con los residuos de papel o cartón que se utilizan en la cocina. Algunos se definen como papel, pero no lo son, y otros, aunque se fabrican con celulosa, deberían ir al contenedor gris o al marrón, el de la fracción orgánica. Veamos nueve casos de dudas.

Papel desechable resistente y absorbente fabricado de celulosa virgen o reciclada. Algunos llevan impresos formas geométricas para aumentar la absorción. Un uso inesperado pasa por introducirlo en las bolsas de verduras como las espinacas para que duren más en la nevera en buen estado, pues absorben la humedad. Un sustitutivo claro son los trapos de tela lavables o las bayetas.

Marrón: Si está impregnado de materia orgánica como el aceite sobrante de una fritura, se debe depositar en el cubo marrón.

Gris: Si se le ha aplicado un producto químico para limpiar una superficie sucia, se ha de depositar en el cubo gris, de la fracción resto, para no contaminar.

Azul: Si está limpio, si simplemente se ha humedecido, o si se ha utilizado para limpiar restos de comida como migas de pan, se debe tirar al contenedor de papel y cartón.

También conocido como sulfurizado, pues se le da una capa de ácido sulfúrico para tapar los poros de la celulosa y hacerlo impermeable y resistente a altas temperaturas. Su principal característica es la antiadherencia.

Marrón: Si se ha impregnado de la grasa del queso al hornear una pizza o de algún resto que no pueda retirarse, se ha de depositar en el cubo de desechos orgánicos.

Azul: Si está sin restos de comida o si se pueden retirar los trozos, se debe tirar al contenedor de papel y cartón.

Los carniceros, charcuteros y pescaderos lo utilizan para envolver el género. Se trata de un envase antiadherente e impermeable apropiado para productos con alto contenido en grasa o humedad. Se fabrica con una cera o parafina apta para el contacto con alimentos.

Amarillo: Se deposita en el contenedor amarillo al considerarse un envase como las latas de conserva, las latas de bebida, los briks o los envases de plástico. Conviene eliminar los restos de comida.

El material utilizado de forma generalizada es el cartón corrugado. Cuenta con una plancha superior y otra inferior y en medio se despliega un papel ondulado. Las cajas de cartón para transportar las pizzas las inventó Domino’s en los sesenta del siglo pasado. Antes se llevaban en bolsas de papel. Mucho antes, en Nápoles, en 1800, en unos recipientes de metal.

Marrón: Si la base sobre la que se apoya la pizza está muy impregnada de aceite, se puede cortar esa parte y depositarlo en contenedor de restos orgánicos y el resto de la caja tirarla al contenedor azul.

Azul: Si no contiene restos de comida o si se pueden retirar con facilidad, se deposita en el contenedor de papel y cartón.

Se trata de una aleación formada por un 98,5% de aluminio más hierro y silicona, materiales que lo convierten en resistente. Cuenta con un lado brillante y otro mate. Es indiferente cuál de los dos se utiliza para cubrir la comida. Siempre es recomendable proteger la comida en recipientes reutilizables como tarros o tápers.

Gris: Si se ha utilizado para evitar que la pizza se pegue en el horno y han quedado restos adheridos hay que depositar al menos ese trozo del papel en el contenedor de la fracción resto.

Amarillo: Se deposita en el contenedor amarillo con el resto de envases siempre y cuando no tenga restos de comida pegados.

Fino, transparente y estirable, se fabrica a partir de la granza del polietileno y el polipropileno. Es impermeable, por lo que evita el paso de aire y humedad. Su grosor es inferior a 0,25 milímetros. Conviene reducir el uso de este plástico o reutilizarlo. Alimentos como el queso o los embutidos se pueden guardar en un táper en la nevera una vez abierto el paquete en el que se venden.

Gris: Si tiene comida se ha de depositar en el contenedor de fracción resto para que no contamine ningún proceso de reciclado.

Amarillo: Se debe revisar que no presenta ningún resto orgánico para depositarlo en el contenedor de envases de plástico, latas y briks.

Azul: La caja en la que se vende y el rollo interior se tiran en el contenedor de papel y cartón.

También conocido como papel prensa. Se fabrica en formato rollo gigante a partir de fibras de celulosa de madera. Sirvió para envolver el popular fish and chips para llevar en Inglaterra hasta los ochenta, cuando se prohibió por entrar los alimentos en contacto con la tinta. Hoy existen sitios de comida rápida que sirven sus platos en papel con un dibujo que recrea las páginas de un periódico.

Marrón: El vinagre ha surgido como un limpiador de origen natural. Si se utiliza este ácido, el periódico debe ir al contenedor de residuos orgánicos.

Gris: Si se ha utilizado para limpiar los cristales con un producto químico se debe tirar al contenedor de la fracción resto, es decir, el de los desechos que no se pueden reciclar.

Azul: Si al periódico no se le ha dado ningún uso se deposita en el contenedor de papel y cartón.

Se fabrican con fibras naturales, pero eso no las convierte en un desecho óptimo para el contenedor azul por el resto de elementos que llevan.

Gris: Llevan los tintes de la ropa que absorben en la lavadora y contienen microplásticos, por lo que aunque parezca que son de celulosa se tienen que depositar en el contenedor de la fracción resto.

Los platos de papel están más en desuso, pues la vajilla tradicional resulta más respetuosa con el medio ambiente. Los vasos de cartón hace un tiempo que saltaron de la zona financiera de Nueva York y los parques de Londres a las calles de cualquier ciudad.

Amarillo: Si es un envase de café para llevar y la tapa es de plástico, se debe tirar al amarillo.

Azul: Si están limpios, lo conveniente es reutilizarlos. En el caso de que estén inservibles, hay que depositarlos junto con los desechos de papel y cartón.

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